top of page

APRENDIENDO A VIVIR SIN MIEDO.

APRENDIENDO A VIVIR SIN MIEDO.

Estamos, mayormente, tan aterrorizados por nuestra inquietud mental acerca de “qué va a ser de nosotros cuando muramos”, que realizamos toda suerte de actividades que nos permitan auto-engañarnos y mentirnos acerca de que este cambio va a ocurrir.

Nos ha sido dicho que todo cambio, toda incertidumbre (basado en la impermanencia del universo) debe ser asociado con una enorme preocupación.

Asociando la percepción de amenaza y peligro para nuestra integridad a determinados sucesos físicos, se sigue la atribución de miedo u otras emociones emparentadas (aprehensión, preocupación, repugnancia, asco, etc.) al solo pensamiento sobre un evento…

LA INQUIETUD MENTAL QUE EXPERIMENTAMOS FRENTE A UNA GRAN VARIEDAD DE FENÓMENOS COTIDIANOS Y MUCHAS VECES INEVITABLES TIENDE A VOLVERSE TAN MARCADA Y CARICATURAL QUE NOS TRANSFORMA EN PERSONAJES POCO PLÁSTICOS DE NUESTRA PROPIA VIDA.

Aterrorizados como estamos por nuestra mente inquieta, que no acepta el universo tal cual es, transcurrimos largos tramos de nuestra vida previniendo catástrofes que mayormente no son tales, no ocurrirán o, de ocurrir, tendrán un impacto menor del que hemos sido entrenados a suponer…

VIVIR SIN MIEDO SE VINCULA A LA PLENA ADMISIÓN DE QUE NUESTRA VIDA TRANSCURRE EN CONDICIONES CAMBIANTES, A VECES ARDUAS, EN MUCHAS OCASIONES MOLESTAS Y, EN UNAS POCAS, DRAMÁTICAS.

VIVIR SIN MIEDO PARTE DE LA COMPROBACIÓN EMPÍRICA DE QUE LAS REGLAS DEL UNIVERSO SON LAS QUE SON Y QUE SOLO FUNDIRNOS EN ELLAS NOS PERMITIRÁ ENCONTRAR LAS RESPUESTAS MÁS ADECUADAS A CADA INSTANTE, A CADA ESTÍMULO.

EN LA MEDIDA EN QUE IDENTIFICAMOS A NUESTRA MENTE INQUIETA COMO LA MAYOR RESPONSABLE DE LA CREACIÓN DEL UNIVERSO EN EL QUE NOS DESENVOLVEMOS PODEMOS DIRIGIR NUESTROS ESFUERZOS MÁS A RE-ENTRENAR NUESTRA MENTE -LO QUE, EN TODO CASO, ES MÁS ACCESIBLE Y EFICAZ- QUE EMPECINARNOS EN MODIFICAR AL MUNDO EN EL QUE VIVIMOS.

APRENDIENDO A VIVIR SIN MIEDO

Para cualquier persona, el desafío probablemente sea el de reducir su miedo (y, consecuentemente, vivir en mayor libertad individual) no por vía de negar graciosamente las acechanzas en las que se encuentra, sino a través del desarrollo de un sentido trascendente de la propia vida que no se ligue a la obtención de un resultado mediato o inmediato.

La muerte, la vejez, la soledad,etc., pueden convertirse, en la medida en la que se reduce la inquietud mental, en muy buenos consejeros, acicateando en cada segundo a nuestra mente aterrorizada a tomar decisiones y salir del engaño.

Usted no será mañana más joven que hoy, este es un hecho de nuestra realidad. Tratar de “enmendar” esa realidad bajo cualquier argumento (”mañana seré más viejo pero más sabio”, “mañana tendré menos cosas de las que preocuparme porque las tomaré bajo una nueva óptica”) no constituye sino recursos mentales (¡¡otra vez más!!) mediante los cuales tratamos de hallar consuelo a un hecho ineluctable.

Tal consuelo no es necesario. Ser mañana mayores que hoy no es ni bueno ni malo para una mente en paz, por varias razones:

*LA PRIMERA ES QUE AYER ES SOLO OTRA CREACIÓN MENTAL, DADO QUE EL ÚNICO DÍA EN EL QUE USTED PUEDE ESTAR ES HOY.

*EN SEGUNDO LUGAR, PORQUE CONCEPTOS COMO BUENO O MALO CARECEN DE TODO SIGNIFICADO (SALVO LOS QUE CONVENCIONALMENTE SE ASIGNAN) PARA QUIEN ESTÁ PLENAMENTE INMERSO EN EL UNIVERSO TAL CUAL ES (Y NO EN EL DE LAS COMPARACIONES Y LAS CLASIFICACIONES).

*Y EN TERCER LUGAR, PORQUE NO HAY NADA QUE TEMER DE SER “MÁS VIEJO QUE AYER”, PUESTO QUE LAS PALABRAS NO SON LAS COSAS…

APRENDIENDO A VIVIR SIN MIEDO.

Como dice Judit Randall: “EL ATREVIMIENTO NO ES LA AUSENCIA DE MIEDO, SINO LA DETERMINACIÓN DE CAMINAR A TRAVÉS DE ÉSTE. CUANDO ATRAVIESO MI MIEDO, PRACTICO ALLÍ, ME SIENTO EN EL MEDIO DE ÉL, COMPLETAMENTE ABIERTO A LA EXPERIENCIA, SIN INTERÉS EN EL RESULTADO; TODO ES POSIBLE. CUANDO LAS CIRCUNSTANCIAS PARECEN IMPOSIBLES O ATERRORIZANTES, HAY UN CAMINO.”

Esta es nuestra vida, no la vida de los otros. Cómo decidamos vivir depende de muchas cosas.

Una de ellas es la conciencia del miedo con el que hemos sido condicionados a vivir.

Honrar la vida es vivir en la incierta luz de cada día, como diría el apotegma budista: “SIN MIEDO, SIN VERGÜENZA, SIN DEUDAS”.

DR. JORGE ROVNER

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page